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Salud...!
Disfrutar de una copa de vino es un placer que va más allá de sus cualidades gustativas.
Esta bebida, tomada con moderación, aporta beneficios tanto físicos como psicológicos ya que disminuye el estrés y facilita la digestión. Una copa diaria de vino, especialmente el tinto,protege el sistema cardio-vascular. Además su alcohol ayuda a disminuir el colesterol malo (LDL), aumenta el colesterol bueno (HDL) y favorece lacirculación sanguínea.También aporta polifenoles que previenen el envejecimiento y su acción antibacteriana reduce las alergias.De hecho hay estudios que demuestra que un consumo moderado de vino reducían el riesgo de padecer Alzheimer.Los llamados vinos espumosos como el cava tienen una composición similar al del resto de vinos pero con la diferencia de que, al experimentar una segunda fermentación, poseen mayor cantidad de gas. Por ejemplo los Gran Reservason aquellos cuya fermentación ha durado al menos 30 meses.
De cualquier forma, su calidad depende de la uva con que se elabore y como todo lo bueno, siempre es aconsejable consumirlo en dosis responsables.
Por encima de 4 vasos de vino diarios las cosas empeoran mucho.
En el caso del cava y champán, además, su riqueza en potasio mejora la diuresis y la hipertensión arterial, la arginina activa la síntesis del monóxido de nitrógeno que favorece la dilatación vascular, y los polifenoles presentes en los taninos tiene acción antioxidante. Pero, ¿Cómo decir que el vino es saludable cuando hay tantos alcohólicos? El vino produce placer, no es un medicamento, es una bebida con riesgos, y sobre todo en los jóvenes, mejor que una política prohibicionista, puede ser hacer cultura del vino y aprender a beberlo, a degustarlo.