El pan engorda?
El pan era alimento prohibido para aquellas personas que querían adelgazar, pero lo mismo que sucedió con el aceite de oliva (se nos dijo que era malo para el corazón, todo lo contrario que la realidad científica) o con el pescado azul (también malo para el corazón cuando es una mina de salud), ahora se le ha rehabilitado. Los científicos dicen que para adelgazar, no hay que abandonar el pan, sino moderar la ingesta de grasas.
El pobre pan siempre ha tenido muy mala fama entre quienes siguen un régimen de adelgazamiento, y suele ser lo primero que se elimina de la dieta cuando uno quiere perder peso. Sin embargo hay algo que está muy claro: 100 g. de grasa aportan 900 calorías (Kc), mientras 100 g. de pan sólo unas 240 calorías, y de un total de 2.500 calorías diarias que podemos ingerir si comemos muchas grasas la situación empeorará.
El pan está en la base de la que llamamos la pirámide nutricional, lo que debemos comer más con un total de 6-10 raciones diarias por bollos o galletas (40-50g.), pan (40-60g.), cereales (30-40g.), arroz (100-150g.), legumbres (100-150g.), y pasta (100-150g.), mientras las grasas y los aceites están en la punta de la pirámide y deben tomarse con mucha moderación.
Los expertos dicen que, contrariamente a lo que sugieren la mayoría de las dietas de adelgazamiento, los hidratos de carbono son enemigos declarados de la obesidad y 100g. de pan sólo aportan el 10% de las calorías que necesita una persona. Otra cosa es que el pan se utilice, como es frecuente, para rebañar el plato, untar las salsas o la mantequilla o rellenarlo de embutidos.
Además, el pan aumenta la sensación de saciedad, se acumula en menor cantidad en forma de grasa corporal y la fibra reduce la absorción de energía a través del intestino. Lo dijo el Profesor Grande Covian, “ Engorda todo menos el agua y lo que se queda en el plato”. Culpamos al pan pero cuidado con el acompañamiento.